martes, 9 de agosto de 2011

La prudencia de saber elegir lo que dura mas

Evangelio del 09.08.11:
Evangelio según San Mateo 25,1-13.
“Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: 'Ya viene el esposo, salgan a su encuentro'.Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: '¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?'.Pero estas les respondieron: 'No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado'.Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos', pero él respondió: 'Les aseguro que no las conozco'.Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora".

Nicolás Neville de Anquin Jesús aquí nos habla de la prudencia de estar preparados para la venida del Señor, en la figura de diez jóvenes que tenían lámparas de aceite, y nos dice que el aceite de unas duró mas que el de las otras, y por ello se salvaron las primeras, esto nos quiere decir que busquemos principalmente las cosas que duran para siempre, o que duran mas, o sea las cosas eternas, que busquemos: "el aceite de la lámpara que no se apaga jamás", o sea el amor, la gracia de Dios, la oración, las buenas obras, la actitud de espera humilde de la presencia del Señor en nosotros, prudencia significa que si vemos que las cosas de este mundo se acaban en algún momento, nos pertrechemos de las armas del cielo y armemos las maletas de un viaje infinito con las provisiones que no perecen, o sea la paz, la oración, la buena conciencia, la humildad, e agradar solamente a Dios, de tal manera que cuando Venga Jesús a este mundo por segunda vez nos encuentre con las provisiones espirituales suficientes como para emprender el gran viaje hacia cielos nuevos y tierras nuevas.

De Nicolás José Neville 9 de agosto de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario