martes, 8 de noviembre de 2011

Descubriendo nuestro aporte al mundo

Sebastian Casanova

Evangelio del 08.11.11:
Evangelio según San Lucas 17,7-10.
"Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: 'Ven pronto y siéntate a la mesa'? ¿No le dirá más bien: 'Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después'? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: 'Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber'".


La golosina del alma del día de hoy es que cuando descubrimos nuestra individualidad no nos hacemos orgullosos, por el contrario empezamos a servir con humildad:

Nicolás Neville de Anquin Muchos nos creemos que por hacer buenas obras ya estamos limpios y no necesitamos perseverar en el bien, pero Jesús nos dice que todo lo que hacemos por el Reino no se nos tiene que subir a la cabeza sino que tenemos que hacernos humildes y decir que todo lo que hace nuestras manos son para gloria de Dios y no la nuestra, porque somos simples servidores del Altísimo y darnos a nosotros el lugar que nos corresponde de hijos o siervos y no de jefes o mandamas. Individualismo es la característica del que quiere todo para el, del que cree que todos le deben algo, pero el individualista es la persona que mejora en su persona y lo hacer para aportar algo nuevo al mundo y desde siempre desde su rincón de la vida, sin esperar que todo sea absorbido por él, por eso en la palabra de hoy Jesús nos habla de que no tengamos la mente del individualismo y creer que ya somos salvos y santos y sabios, y que no necesitamos servir al prójimo y a Dios porque todo está hecho para nosotros y por nosotros, sino que tengamos la mente del individualista que aporta su originalidad para servir desde su esquina, y brillar desde su humilde idiosincrasia, y cuando descubrimos nuestro aporte a la humanidad único e irreemplazable, hacemos todo con alegría y humildad, porque descubrir nuestra individualidad en el mundo es como tener un tesoro que en vez de llenarnos de soberbia y vanagloria nos llena de ganas de servir a Dios, al hombre y a la Naturaleza.

De Nicolás José Neville 8/11/2011

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